Cuando pensamos en
publicidad para nuestro negocio, pensamos en dar alcance a un considerable número de potenciales clientes a través de un anuncio en internet, cartelería en espacio público, mailing, etc. Basamos nuestro concepto de conseguir visibilidad en que el posible usuario de nuestros servicios
vea a qué nos dedicamos y encuentre una posible solución a sus necesidades en nuestro producto.
Limitando el concepto de publicidad a este factor, estamos limitando también la
efectividad de una campaña, de la cual debe ser la máxima obtener el máximo beneficio de lo invertido: no sólo convertir espectadores en clientes sino también
obtener información útil de ellos, de su comportamiento, de sus necesidades… En definitiva, escucharlos.
Las amplias posibilidades del ámbito online permiten que tengamos este conocimiento mediante el
seguimiento de campañas, pero en el mundo offline aún es posible la misma eficacia e incluso implementarla gracias a la
presencia de nuestra marca en ferias y congresos. ¿Por qué no debemos dejar de acudir con nuestro
stand de empresa?